¿Por qué traductor? Siempre quise ser traductor. La verdad es que los idiomas han sido mi pasión desde pequeño gracias a mi padre, que es también un apasionado de las lenguas. Recuerdo estar viendo películas con él y cada vez que oíamos algo raro en español nos poníamos a pensar qué había podido decir el original y dónde había estado el error de traducción.
¿Qué no te puede faltar en la traducueva? Mis tres pantallas. Sin ellas no soy nadie. Aunque mi taza con agua también es otro detalle importante. Ahora mi objetivo es una traducueva con vistas al mar. Pero eso ya llegará.
¿Qué es para ti lo mejor de la profesión? La profesión en sí misma. Me flipa traducir. Me encanta encontrar palabras de difícil traducción, las redes de compañeros que hay creadas tanto físicas como virtuales… todo.
¿Y lo peor? Para mí lo peor de la profesión es que hay mucho listo que se aprovecha de la buena voluntad de los profesionales. Luego está la calidad de la redacción de los textos de origen. La gente cada vez escribe peor, con frases tan rimbombantes y complicadas que al final pierden todo sentido.
Si no fueras traductor… Pues en otro momento de mi vida te hubiera dicho que músico. Ahora no concibo mi vida sin la traducción.
¿Qué le dirías a tu yo del pasado? Supongo que, a toro pasado, las cosas se ven con otra perspectiva. Pero al final pienso que todo lo que he hecho me ha ayudado a llegar hasta donde estoy ahora, así que lo único que le diría es que haga exactamente lo que yo hice y que confíe en sí mismo.
¿Trados o MemoQ? A mí siempre me ha gustado la informática, así que aprender el uso de estas herramientas fue algo relativamente sencillo (y muy productivo). Si tengo que elegir una herramienta, me quedo con Trados. Su algoritmo es infinitamente superior a los demás.
¿Cuál es tu anécdota más curiosa como traductor? Más que de una anécdota, yo diría que la experiencia de ser traductor oficial de un mundial de fútbol. La verdad es que ya no soy muy futbolero, pero estar traduciendo las ruedas de prensa de Puyol, Piqué, Ramos y compañía fue una experiencia inolvidable, aunque también muy exigente.
Traductor profesional desde el año 2013, ha colaborado con instituciones deportivas y grandes marcas. Ha recibido formación en transcreación, localización de videojuegos, subtitulado y herramientas TAO. En 2019 funda RJ Languages. Actualmente los quehaceres diarios de la agencia con colaboraciones esporádicas con otras agencias, sobre todo en localización de videojuegos y traducciones de instituciones europeas.
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