Ya has terminado tu grado o máster en Traducción e Interpretación —o quizá llegaste aquí simplemente por curiosidad desde cualquier otro sector— y ahora te planteas qué pasos debes seguir para poder conseguir tus primeros clientes. Lo primero que hacemos todos es buscar en Google, y es entonces cuando aparece el primer escollo: páginas para freelancers, foros de traductores, webs, blogs, redes sociales y un larguísimo etcétera; una infinidad de recursos que solo conseguirán confundirte más de lo que ya estabas. En esta entrada del blog no vamos a darte ningún truco mágico para conseguir tus primeros clientes (entre otras cosas, porque no los hay), pero sí vamos a intentar ayudarte a dar tus primeros pasos como traductor y no morir en el intento.
Para empezar, tienes que tener en cuenta que ninguna máxima es absoluta: no te va a resultar igual de difícil encontrar trabajo si tu par es Es/Ch que si es Es/En; por otra parte, lo que a tu nuevo amigo de Facebook le funcionó puede que a ti no te funcione. Pero vamos paso a paso. Lo primero que hay que saber es que las cosas de palacio van despacio. No vas a salir al mercado laboral y en dos semanas estar trabajando a tiempo completo (insistimos en que no hay máximas absolutas y esta tampoco lo es). Antes de nada, no te vendría mal aprender algo sobre el mundo empresarial y la venta de productos, ya que, al fin y al cabo, pretendes convertirte en un empresario que vende productos. Te queremos recomendar el libro de Alexander Osterwalder Diseñando la propuesta de valor. Este libro te puede orientar acerca de cómo enfocar tu producto —traductores Es/En sin especializar hay varios millones, pero quizá no haya tantos que se especialicen en traducción para marketing, literaria, en materiales de buceo o en la cría de centollos—. Busca tu nicho primero y ten claro qué es lo que vendes. Una vez hayas delimitado tanto tu producto como tus objetivos, ya puedes moverte al siguiente nivel.
¿Dónde están tus clientes potenciales? Esta pregunta es vital. ¿Vas a trabajar para otras agencias o vas a buscar clientes directos? Las agencias pagan bastante menos, pero te suelen asegurar un flujo de trabajo continuo (and also peace of mind). El cliente final paga más, pero por lo general no suele tener un volumen de trabajo considerable, y corres el riesgo de tener problemas con los cobros. Es cosa tuya decidir qué te conviene más. La mayoría de los traductores suelen trabajar/colaborar con alguna agencia y también tener algunos clientes directos; hay traductores que prefieren trabajar ocho horas al día para la misma agencia y quien no quiere poner todos los huevos en la misma cesta. Ahora que ya has decidido a quién vas a dirigir tu producto, podemos avanzar hasta el nivel tres.
Aquí es donde la cosa se complica. El mercado de la traducción, sobre todo en algunos pares, está más que saturado. Nuestro consejo: paciencia. Al final el trabajo duro y bien hecho dará sus frutos. Si te has decidido a buscar clientes finales tienes dos opciones: o te peleas con una horda de traductores dispuestos a cobrar dos céntimos por palabra (o incluso menos) en todas esas páginas web de trabajo para freelancers, o buscas los clientes directamente. ¿Dónde los puedes encontrar? Pues depende del sector al que vayas dirigido. Sin duda alguna, la mejor manera es el contacto directo. Y aquí otra vez tenemos dos opciones: asistir a eventos donde vayan tus potenciales o tirar de contactos. Sí, aunque no lo creas, seguro que tu primo/amigo/cuñado/excompañero del cole trabaja en una empresa que necesita los servicios de un traductor profesional. Esta es una buena forma de empezar. Y, como siempre, hacer un buen trabajo hará que te recomienden, lo que, sin lugar a dudas, es la mejor forma de encontrar nuevos clientes. Las estrategias de email marketing y demás están muy bien cuando sabes bastante y tienes muchos recursos. De otro modo, la conversión será cero (ya sabiendo, la conversión es muy baja). Si has decidido buscar agencias, te vas a dar cuenta en seguida de que la experiencia no es solo un grado: es una necesidad. Las agencias piden experiencia, pero, claro, no se puede coger experiencia si nadie te da trabajo. ¿O sí? Nuestro consejo es que trates de traducir todo lo traducible. Algunas opciones: las charlas TED, Traductores sin Fronteras (TWB por sus siglas en inglés), la web de Babelcube (aquí puedes traducir libros y, si se venden, hasta ganar algo de dinero con los derechos de autor) o cualquier otra ONG o recurso que te permita ganar experiencia sin que ningún listo se lucre a costa de tu trabajo. Así, además, pones tu granito de arena para hacer de este mundo un lugar mejor. A medida que vayas cogiendo experiencia, en Google encontrarás millones de agencias de traducción de todo el mundo —ProZ también tiene un buen listado de agencias que tienen la contratación abierta—. Ya es mandar currículos y, como dice un amigo, pico y pala.
Bueno, se nos ha quedado un poco largo este post y aún nos quedan algunas cosas en el tintero. En fin. Otro día hablaremos de las páginas web de trabajo para traductores y de otros recursos. Pero antes de despedirnos, queremos comentarte que las redes sociales son una buena manera de empezar a crearte una reputación. En los grupos de traductores hay mucha actividad y suelen salir cosas. ProZ es también otra herramienta muy importante. Crea un perfil muy completo y a conseguir los KudoZ que te ayudarán a mejorar tu posición en las listas de traductores.
Esperamos que te haya sido de utilidad este post de hoy. Si te ha gustado, no olvides compartirlo y, por supuesto, pregunta cualquier duda que tengas. Hasta la semana que viene.
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